La computación en la nube (Cloud Computing en inglés) es un modelo de computación que permite acceder remotamente, desde cualquier lugar, en cualquier momento y a través de cualquier dispositivo a servidores, redes, almacenamiento, herramientas de desarrollo y aplicaciones, sin la necesidad de conectarse a un ordenador personal o a un servidor local.

La Nube permite que empresas e instituciones no requieran de grandes inversiones para comprar servidores o equipos informáticos, evitando los costes de mantenimiento y creando un entorno más seguro para su ecosistema de información, herramientas y aplicaciones. En un modelo tradicional, las empresas almacenaban todos sus datos y programas en sus propios discos duros y servidores, con las limitaciones en cuanto a seguridad y escalabilidad que ello conlleva.

La computación en la nube habilita, a día de hoy, que cualquier organización pueda acelerar sus procesos de innovación, impulsar sus servicios, agilizar sus operaciones y, además, abaratar costes.

Según el modelo de despliegue, encontramos diferentes tipos de nube: nube pública, nube privada, nube híbrida y nube múltiple. También, en función del servicio, podemos clasificarlas como: SaaS (Software as a Service), PaaS (Platform as a Service) e IaaS (Infrastructure as a Service).